jueves, 1 de diciembre de 2016

OREÑA pueblo con mil años




50 aniversario de su publicación (1966-2016)


“VALENTÍN USAMENTIAGA JAREDA

Este pequeño reportaje del pueblo de Oreña, desnudo de filosofía, tiene por finalidad hacer llegar un recuerdo a los hijos de este pueblo que con espíritu aventurero y varonil dejaron sus hogares en busca de mejor fortuna y ya porque esta les haya sido adversa o por las exigencias familiares no han podido volver a la tierruca que los vió  nacer.

Para muchos de estos Oreñenses, que ya dejaron atrás la madurez, creo les sea una inyección de ánimo y hasta que se les caerá una lágrima al leer y recordar nombres y apodos que les fueron tan entrañables en los primeros años de su niñez.

Al citar algunos nombres con sus apodos lo hago con el fin de que no haya confusiones por el hecho de coincidir varios nombres con sus apellidos, pero nunca con ánimo de ofender a nadie. Pero si hubiese alguno que así lo interpretase les ruego que me perdone, pues dice Josefa Calderón “La Chata” de Oreña que su apodo lo considera un Don y yo así lo creo.

El autor”



"OREÑA
Pueblo con mil años

Y digo con mil años como podía decir dos mil y para ello me baso en una capilla situada en el barrio de Caborredondo, que según me contaron algunos viejos ya difuntos, les oyeron decir a sus antepasados que había sido construida en el siglo IX. Aunque la revista ALTAMIRA la sitúa en el siglo X o principios del XI, yo me quedo con la opinión de los que pasaron a mejor vida después de haber nacido, vivido y muerto en este pueblo. Esta capilla, hoy en ruinas, que estuvo dedicada a San Bartolomé, fue la primera Parroquia de Oreña.

Poco es lo que sabemos a ciencia cierta de la fundación de este pueblo. En la Parroquia actual se encontraba un archivo en el cual se conservaban todos los detalles relacionados con el movimiento de este pueblo,  pues en una piedra mesa que aún existe en el portal de la iglesia, solían reunirse los vecinos en concejo y sus acuerdos, por escrito,  pasaban a dicho archivo, cerrado bajo cuatro llaves en un lugar de la iglesia, teniendo que reunirse para abrirlo el Alcalde Pedáneo o Regidor,  el Cura Párroco y dos miembros de la Junta, cada uno de los cuales tenía su propia llave. Este archivo que hubiese sido tan importante en nuestros días, sobre todo para nuestra juventud actual, desapareció durante la borrascosa tormenta política del año 1936.

En unos libros propiedad de José Luis Marañón Sáez, oriundo del pueblo de Oreña, pude leer un detalle curioso que será sin duda de lo más viejo que podemos encontrar con relación a este pueblo y dice así:

“En un día del año 1700 ha sido arrestado Andrés Ruiz, alias “El Rebeco”, molinero de Serranera, por el hecho de haber hallado un tonel de vino en la ría de Puerto Calderón y no haber dado cuenta al Abad de Santillana”, de lo que saco en conclusión que estábamos a las órdenes de dicho Abad, que sería autoridad máxima en aquellos tiempos.

En la biblioteca de Fidel González, de Jerez de la Frontera, había hace años un libro en el que hacía mención del pueblo de Oreña, a donde allá por el año 1700 llegó un tal don Blas, que era Almirante o Vicealmirante de la Armada española retirado y construyó el palacio de Quintana, y lo que en nuestros días llamamos en nuestra iglesia la capilla de los Barreda, lo que con el tiempo vino a parar a los Marqueses de Benemejís descendientes de esta familia. Este palacio es el que en la actualidad poseen los hijos de don José Ventisca, y la Capilla de los Barreda es la parte NE de la iglesia, separada por una gran verja de hierro, donde se venera la imagen del Nazareno.

Otra de las cosas más viejas que conserva el pueblo de Oreña es la torre de la iglesia, antes faro, el cual según me contó un viejo marino se encontraba señalado en las antiguas cartas de navegación.

De esta torre, me dice don David Ruiz Rabre, Cura Párroco de Oreña desde hace 35 años, que después de terminar su misión como faro, o cuando se acopló la iglesia a la torre, ésta se levantó un cuerpo más, que es donde en la actualidad están colocadas las campanas, así es que la parte superior tiene bastantes menos años."



Véase, relacionado con esta entrada:




1 comentario:

  1. La Chata era mi abuela, su apellido era Usamentiaga. El apellido de su marido, mi abuelo, era Urréjola y el Palacio de Quintana es de unos primos míos (Ventisca Urréjola).

    ResponderEliminar